PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA CELEBRO CORPUS CHRISTI
La comunidad Católica celebró hoy 14 de junio Corpus Christi, "Cuerpo y Sangre de Cristo", con una masiva participación de fieles entre ellos niños.
El festejo comenzó con la Misa de las 11:30hrs. presidida por nuestro párroco Padre Giglio Linfati Cantergiani junto al Padre Fernando García, al termino de la Eucaristia se prosedió una peregrinación del " Santísimo Sacramento" en el interior del Templo Parroquial.
En la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, se recuerda la institución de la Eucaristía, que se llevó a cabo el Jueves Santo, durante la última cena al convertir Jesús el pan y el vino en su Cuerpo y en su Sangre. Se trata de una celebración muy importante porque la Eucaristía "es el regalo más grande que Dios ha hecho, movido por su querer quedarse con los cristianos después de la Ascensión".
En el siglo XIII, el sacerdote alemán, Pedro de Praga, se detuvo en la ciudad italiana de Bolsena. Era un sacerdote piadoso, pero dudaba en ese momento de la presencia real de Cristo en la Hostia consagrada. Cuando estaba celebrando la misa, al pronunciar las palabras de la consagración, comenzó a salir sangre de la Hostia consagrada y salpicó sus manos, el altar y el corporal. El sacerdote quiso esconder la sangre, pero no pudo. Interrumpió la misa y fue a Orvieto, a ver el Papa Urbano IV.
El Papa escuchó al sacerdote y mandó a unos emisarios a hacer una investigación. Ante la certeza del acontecimiento, el Papa ordenó al obispo de la diócesis llevar a Orvieto la Hostia y el corporal con las gotas de sangre. Se organizó una procesión con los arzobispos, cardenales y algunas autoridades de la Iglesia. A esta procesión, se unió el Papa y puso la Hostia en la Catedral.
En el siglo XIII, el sacerdote alemán, Pedro de Praga, se detuvo en la ciudad italiana de Bolsena. Era un sacerdote piadoso, pero dudaba en ese momento de la presencia real de Cristo en la Hostia consagrada. Cuando estaba celebrando la misa, al pronunciar las palabras de la consagración, comenzó a salir sangre de la Hostia consagrada y salpicó sus manos, el altar y el corporal. El sacerdote quiso esconder la sangre, pero no pudo. Interrumpió la misa y fue a Orvieto, a ver el Papa Urbano IV.
El Papa escuchó al sacerdote y mandó a unos emisarios a hacer una investigación. Ante la certeza del acontecimiento, el Papa ordenó al obispo de la diócesis llevar a Orvieto la Hostia y el corporal con las gotas de sangre. Se organizó una procesión con los arzobispos, cardenales y algunas autoridades de la Iglesia. A esta procesión, se unió el Papa y puso la Hostia en la Catedral.
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